lunes, 31 de enero de 2011

¡Ya me agarró el alcoholímetro!

¡Estamos en fin de semana! Gloria a todo lo que es sagrado. Quiero suponer que estarán igual de felices. Seguro varios de ustedes se saltaron la tarde del viernes para irse a comer que se tranformó en unos tragos que se transformó en una borrachera que se transformó en salir ahogados de un lugar. Yo, al menos ayer, me porté bien...o menos mal que ustedes. Pero sí me eché unos alcoholes.


Vivimos en una ciudad que no es muy amigable para la gente que sale a tomar. El metro cierra relativamente temprano. Los taxistas noctámbulos más buena onda te llevan por toda la ciudad antes de llevarte a tu casa y dejarte caer una tarifa como si ganaras en euros. Aquí los taxistas se  aprovechan de que o estás demasiado ebrio para concentrarte en el camino o que estás platicándole de idiotez y media, lo que los mantiene muy entretenidos. No existe un servicio confiable y a precios accesibles de chofer. No tienes la posibilidad de que alguien maneje tu coche a tu casa cuando estás demasiado ebrio para manejar. En fin...

¡Ah! Y a las tres de la mañana te corren del lugar, dejándote tiradote y con la única opción que en ese momento consideras viable: agarrar tu coche e irte a tu casa. El caso es que cuando uno sale del lugar donde tomó, aunque sea un par de cervezas, teme encontrarse con el alcoholímetro. Así que aquí les va una selección de las cosas que, con el paso del tiempo, he escuchado que son eficientes para que, si te encuentras con el alcoholímetro, puedas salirte con la tuya. Todas éstas son soluciones sumamente irresponsables, porque de entrada no deberías estar manejando ebrio. Así que no se tomen todo esto muy en serio.


Comencemos con la lista, que irá de lo que tiene un mayor porcentaje de éxito a un menor porcentaje, basándome en....absolutamente nada:

1. Se busca valetero.

Esta solución implica que localicen al alcoholímetro antes de que lleguen a él. Si se encuentran con un alcoholímetro en una zona donde saben que hay un lugar cerca con servicio de valet parking, apaguen el coche, caminen rápidamente con las llaves del coche a ese lugar (no corran, aunque crean que pueden; la gravedad se encargará de contradecirlos), dénle las llaves al valetero y pídanle que les traiga el coche. Por 100 varos, seguro lo hacen. Cuando les sea entregado, traten de cambiar su ruta y evitar el alcoholímetro o hagan lo necesario para que se les baje la peda.



Riesgo: Dejar un coche a la mitad de la calle no es lo más seguro para el coche. Pero, ¿a quién le importa? ¡Eres libre!

2. ¿...y mi chofer?

Mismo caso que el anterior. Deben estar a las vivas y ver al alcoholímetro antes de que el primer poli los vea. Cuando divisen el alcoholímetro, péguense a la banqueta y, con el mayor sigilo que su cuerpo briago les permita, pásense al asiento del copiloto o al trasero, con el coche encendido y los seguros abiertos. Inmóviles, esperen que un poli se acerque. Cuando lo haga, finjan estar dormidos y "despierten" cuando el poli le pegue a la ventanilla del coche, vean al poli y pregunten "¿Y mi chofer?". El policía creerá que venían con un chofer que se peló al ver el alcoholímetro y, probablemente, los dejen ir manejando, aunque estén repedos. ¡Ta-daaaa!

Riesgo: Un coche encendido y con los seguros abiertos es una invitación a un robo con secuestro incluido. Hasta para los mismos polis.


3. De la vista nace el borracho.

Ya no hay de otra. Están en la cola para ser inspeccionados y no tienen tiempo de hacer las cosas anteriores. Ahora, su mayor esperanza es lucir lo más presentable posible. Es el momento de peinarse en friega y esconder las botellas y los vacitos rojos abajo de los asientos. Los hombres deben fajarse (la camisa, malpensados) y arreglarse la corbata (si traen). Las mujeres pueden retocarse (horrenda palabra, por cierto) y revisar que traigan los dos aretes. Abran la ventana hasta abajo. Eso no sólo ayuda a que se vaya el olor a alcohol, sino que le da a entender a la policía que no tienen nada que esconder. Finalmente, aunque no usen, consigan unos lentes sin aumento y pónganselos. Creo que a un ebrio se le olvidaría ponerse los lentes. Cuando les pregunten si tomaron, sólo digan "No". Los ebrios tienden a hablar de más.


Riesgo: Siempre existe la posibilidad de que actúen como si estuvieran en una novela de Televisa y los cachen ipso facto. Vean actuar a gente como Anthony Hopkins, Denzel Washington, Cate Blanchett o Helen Mirren para ver cómo actuar bien.

4. No. Le. Soplo. 


No pudiste hacer ninguna de las soluciones anteriores. Cuando fingiste estar bien, tus ojos no estaban enfocando como se debe o le vomitaste encima al policía. No hay de otra. Vas a tener que pasar la prueba de alcoholemia.




O...tal vez no. La verdad es que no te pueden obligar a que le soples al aparatejo ese, pero tampoco te van a dejar ir como si nada. La solución es obvia: enciérrate en tu coche. Sube las ventanas, baja los seguros y asegúrate de que no haya manera en la que la policía pueda hacerte bajar del coche (nunca van a romper los cristales tipo película de Steven Seagal). Lo que va a pasar es que se van a llevar tu coche al corralón, contigo dentro. Una vez en el corralón, échate una jetita y espera a que salga el Sol y que se te haya bajado para salir de tu auto, pagar las multas del corralón e irte a tu casa. Dormirás mucho más cómodo que en  el "torito" e incluso tus papás te felicitarán por lo astuto que fuiste. ¿Quién quita?

Riesgo: La policía se puede vengar de que los chamaqueaste. Antes de partir del corralón, revisa llantas y niveles de tu coche. Puedes manejar a casa de alguien que odies, para que los ardidos de los polis curiosamente hagan una redada en esa casa en busca de secuestrados/drogas/mercancía pirata.

5. Hit N' Run.

Este es el último recurso. Todo lo hiciste mal. Claramente estás ebrio y vas camino a pasar las próximas horas en un lugar helado y con baños suficientemente hediondos como para obligarte a aguantar la maldad que hay dentro de ti por días. El poli te toma del brazo para meterte a la patrulla. La única solución es..¡golpear al poli que te está privando de tu libertad y correr como el diablo! ¡Brillante!

Riesgo: Justo cuando estás pensando "No sé cómo no se me había ocurrido esto antes", los otros 7 policías te alcanzarán, taclearán y te meterán la madrina más memorable de tu vida, seguido de un viaje a la cárcel (ya no es al "torito", porque resulta que golpear a un policía es delito), lugar donde serás violado y humillado hasta el momento en el que salgas. De pronto, el "torito" no suena tan mal, ¿verdad?


¿Qué otras opciones tienen ustedes que no mencioné? Compártanlo con la comunidad que lee este blog y ayuden a evadir la ley, preferentemente sin violarla. El ingenio del mexicano es maravilloso, sobretodo para salirse con la suya.

Se despide,

-Palo(oza)

El video de hoy

El mayor exponente que nos ha dado el humor mexicano en los últimos 20 años es Andrés Bustamante. Su humor no sólo es muy original, también es una persona que prácticamente no usa albures o alusiones sexuales (que no está mal, pero es muy sencillo usarlas) para entretener. Hay muchísimos personajes para escoger, pero uno de mis favoritos es Johnny Petardo: el Semidios del Humor, un stand-up comedian chistosísimo, por lo malo que es. Si tienen tiempo, vean los demás. Son una maravilla.



lunes, 24 de enero de 2011

Satriani en el Metropólitan

Primer blog que escribo en su totalidad en domingo, pero quiero tener esto fresco para que me salga mejor.

Hace un par de años, más o menos, me indujeron un gusto que con el paso del tiempo ha ido creciendo exponencialmente: ir a conciertos. Antes de eso, sólo había ido a cuatro conciertos en mi vida: Micheal Jackson en el Azteca -creo que con mi madre, tenía 8 años-, Dream Theater en su gira Six Degrees of Inner Turbulence, Red Hot Chili Peppers y Mago de Oz. Pero de dos años para acá, he ido a más de veinte conciertos (Metallica dos veces, AC/DC, Iron Maiden, Depeche Mode y Paul McCartney destacan), incluyendo los últimos dos Vive Latino. 


Pero nunca había ido a un concierto como al que tuve la fortuna de ir el sábado pasado en el Teatro Metropólitan: Joe Satriani, en su gira de presentación de su último disco, Black Swans and Wormhole Wizards. Las razones por las que digo esto son varias y, si siguen leyendo esta reseña/crónica, las irán entendiendo.


Me reuní afuera del Metropólitan después de recoger los boletos con un "overdressed" Güera y un Makiao con una playera que le regalé y que me confirma que le gustó, listos para ver al está dentro de todas las listas de los mejores guitarristas de todos los tiempos, con excepción de la revista Rollinig Stone, que inexplicablemente lo dejaron fuera. Previo un reponedor trago, entramos a un abarratodo Metropólitan, que vuelvo a decir es el mejor lugar para conciertos, de calle. Se ve perfecto de todos lados y la acústica del lugar le da una claridad al sonido que en cualquier otro escenario se pierde, y que fue especialmente importante en el concierto de Satriani.

Empezó con Ice 9, que automáticamente hizo que los asistentes se pusieran de pie, agradeciendo a los Dioses del Rock el regreso de este maestro. De ahí fue composición tras composición en donde simplemente no podías distraerte. Nunca había asistido a un concierto que requiriera tanto mi atención. Me rasqué la pierna y me perdí de 87 notas tocadas en 4 segundos. Me di cuenta que había roto el méndigo vasito de plástico donde me habían servido mi trago y se me fueron otras 52 notas. 


Con sus característicos lentes de Sol y una playera negra con una especie de araña-calaca, Satriani venía acompañado de Mike Keneally en los teclados -extraordinario, me recordó a Robert Trujillo por su manera de tocar-, el bajista Allen Whitman -que bien podría formar parte de Dragonforce por su mata y su headbanding-, el baterista Jeff Campitelli -en una enorme batería a desnivel- y Galen Henson -guitarrista gordito que acompañaba-, quienes fueron los que le ayudaron en la grabación de su disco.

Satriani no es el mejor frontman, pero definitivamente no es malo. Creo que mantener la atención del público por más de dos horas con un repertorio prácticamente sin vocales es algo sumamente complicado. Sus movimientos se limitaron a señalar al cielo y al público en varias ocasiones, pero no importa eso cuando tocas unos riffs con la boca como lo hizo en Memories.



A la mitad del concierto comenzó con sus canciones más tranquilas, mientras las tres pantallas y los juegos de luces a manera de estalactitas iluminaban el escenario. Satriani tiene la enorme capacidad, como lo dijo Makiao, de tocar una variedad de temas -progresivo, blues e incluso tocar Andalusia en una guitarra electroacústica- de manera magistral. Pocos pueden decir eso.

Mis momentos favoritos fueron definitivamente el duelo que Satriani tuvo con Mike Keneally durante la canción God Is Crying, en el que ambos se lucieron y hicieron a los más de 3 mil asistentes ponerse de pie (bueno, técnicamente nunca estuvieron sentados; es una expresión); una versión de Always with Me, Always with You de 11 minutos, Wind in the Trees y Solitude. El encore, con Crowd Chant y Summer Song fueron algo digno de mencionar. Me quedé con las ganas de escuchar Crushing Day, Surfing with the Alien y sobretodo Speed of Light, pero será para la próxima.


En general, creo que fue un concierto excelente, acompañado de dos grandes amigos y terminando tomando en el centro de la ciudad con una de las pláticas más amenas en bastante tiempo. Por cierto, sigo sin entender a la gente que paga una lana por entrar a un concierto y pasarse el espectáculo entero viéndolo a través de la pantalla de su camarita, por la cual están grabando todo lo que pasa. Nunca van a ver ese video otra vez, se están perdiendo del concierto en sí y no se dan cuenta que por 50 pesos venden varios de sus conciertos en un sólo disco, en vez de grabar todo mal.

Finalmente, estoy muy contento porque, al escribir este blog, me topé con que Satriani forma desde hace tiempo parte de una banda que todavía no puedo comprender cómo no la conocía: Chickenfoot. Esta banda está conformada por nada menos que Sammy Hagar y Mark Anthony de Van Halen, Chad Smith de los Chili Peppers y Satriani. El origen de la banda se pensó mientras Hagar y Anthony  tocaban en Cabo Wabo, el bar de Hagar en Cabo San Lucas. Ya me compré su disco, y es una maravilla. Sumamente recomendable.


Confirmado. Satriani es uno de los mejores gutarristas que he tenido la oportunidad de ver. Los siguientes en mi lista, Steve Vai y Eric Johnson (el G3 original, ojalá y vuelvan).
Se despide,

Palo(oza)

El video de hoy

Volvemos al humor británico. Esta vez se unen mis dos comendiantes favoritos de aquel lado del mundo: John Cleese y Rowan Atkinson. Hace ya muchos años (1981, para ser exactos) hicieron un sketch titulado "Beekeeping", de lo más idiota y simpático. Enjoy.


jueves, 20 de enero de 2011

Qué hacer y no hacer en Facebook (parte 2)

Pues aquí ando nuevamente redactando la segunda y, probablemente, última parte (nunca sabemos de qué será capaz la gente en un futuro que nos lleguemos a enterar y que merezca ataques de parte mía y suya) de las cosas que considero está bien y está mal que se hagan en Facebook. Si no leyeron la primera parte, ahí a la derecha de sus pantallas está el historial para que le den una revisada.



Desde mi entrada anterior la semana pasada he tenido la desdicha de encontrarme con aún más situaciones que ameritan los comentarios que haré en esta entrada. Por cierto, antes de que me tilden de plagio o roba-ideas o lo que sea, les aviso que salió en la página de Chilango algo similar a lo que yo estoy escribiendo (hasta les doy el link para que vean que soy cuate). Pero, debido a que yo coloqué mi entrada antes que ellos, me parece que el plagio sería de ellos y no mío. 

Por cierto, los hijos de su refregada madre del Facebook ya me impusieron el cambio de perfil. ¡Malditos autoritarios!

Bueno, como diría El Hombre Radioactivo, ¡a darle átomos!

Está bien: Comentar las publicaciones ajenas.

Esto ya lo dije en la publicación anterior, pero me extenderé un poco más. Los comentarios son el momento oportuno para burlarse de la persona si hizo algo malo, echarle la mano (o también burlarse) si necesita ayuda o compartir sus logros (a.k.a, burlarse si aplica) si los tiene. Adelante con los comentarios que aporten o hagan reír.

Está mal: Hacer conversaciones de los comentarios.

Esto pasa con frecuencia. Usualmente es el clásico "tons, nos vemos el viernes" o el "a ver cuándo nos vemos" y de ahí se arma una conversación entre dos personas que al parecer no conocen el teléfono, los mensajes de celular, el celular, el correo electrónico, los mensajes privados, el fax, el telégrafo, los vasitos con el hilo que los conecta,... Si quieren platicar, adelante, pero no le hagan saber a todos los detalles de su vida. No nos importan.

Les dejo este gran ejemplo, hasta que Dimitry nos da un ejemplo de como detener la conversación:


Está bien: Añadir fotos/comentarios sobre tu bebé.

Confirmen si estoy bien, pero cuando tienes un hijo -supongamos que deseado-,  tu vida girará en torno a esa persona casi exclusivamente durante los próximos 2 años, mínimo. Ya después recuerdas que hay más cosas en la vida, como bañarse, ir a trabajar, pagar la renta y demás, aunque nunca te olvidas que tienes una persona a tu cargo que no puede sobrevivir sola. Es por eso que compartir lo que ocurre con tu chamaco es bienvenido, para ver si es necesario llamar al DIF porque tu bebé vive con un hombre hediondo, sin trabajo y con cinco procesos legales porque no ha pagado lo que ha consumido.

Está mal: Hacerle su propio perfil.

No puedo enfatizar lo suficiente lo increíblemente perturbador que es eso. Es aún peor cuando uno está baboseando cuando de pronto le llega una solicitud de amistad de un FETO, ya ni siquiera un bebé. 

Las razones para no hacerlo son muchísimas, pero les doy las más importantes. La primera ya la dije. La segunda es que te hace ver como un padre que controlará todos los aspectos de su hijo por el resto de su vida. Pobre chamaco. Finalmente, la tercera es que le estás, aunque sea sin querer, creando una personalidad a tu hijo que no tiene. ¿Qué pasa si tu hijo te odia y cambias su perfil para poner cosas como "¡Qué feliz soy con mi papi!"? Pero no importa que te odie o no. Garantizo que lo hará cuando descubra que cuando era un bebé o un FETO, ya tenía un perfil de Facebook que sus papis le actualizaban.



Está bien: Etiquetar a personas en las fotos en las que salen.

Es interesante ver a la gente cuando esto pasa. Conozco gente que tiene 5 fotos, porque en las otras 8905728572805720 dice "¡Salgo horrible!". Otro buen ejemplo son las fotos post-borracheras. Entre más vergonzosas, mejor.


Está mal: Etiquetarlas en publicidad/campañas/cosas que vendes.

Esto me repatea las gónadas. Existen páginas como Mercado Libre para vender sus tiliches. ¡Déjen de joder al prójimo etiquetando a todo mundo en una foto de unas pinchurrientas botas marca...de esa marca que patrocina Ninel Conde que se promociona en los camiones! Por piedad. Y si alguien los etiqueta, los pasos a seguir son (i) quitar tu 'tag'; (ii) mencionar en el comentario a la imagen que quien vende ese producto trabajaba en Súper Travel, y (iii) mentarle la madre, preferentemente en persona, a quien tuvo el descaro de incluirte en esa foto.

Está bien: Colocar cosas en otros idiomas.

Primero que nada, asegúrense de escribirlo bien. Después pongan lo que quieran. Esto lo entiendo cuando se citan cosas que valen la pena en su idioma original (quien cita cancioncitas como si existiera sabiduría ahí, qué tristeza) o si tienen amigos que hablan inglés.

Está mal: Hacerlo siempre.

Si hablan español, úsenlo de vez en cuando. Para mí, colocar todo lo que uno coloca en inglés representa un complejo de inferioridad bastante profundo. Me dirán que tienen amigos que hablan inglés. Mi respuesta es: que ellos también hagan un esfuerzo, si realmente tienen interés en saber lo que están diciendo.
 
Finalmente, les dejo tres consejos sobre cosas que aún no me decido si están bien o mal, ejemplos incluidos, porque las consecuencias pueden ser geniales.

1. Siempre revisa a quién tienes en tu lista de amigos antes de comentar sobre algo que pueda perjudicarte.


2. Mucho cuidado con el momento de escoger lo que te gusta en Facebook.


 3. Mucho cuidado con el doble sentido.


Con esto termino describiendo esas cosas que gustan y disgustan de Facebook. Espero estén de acuerdo conmigo en esto, porque no me agradará mucho golpearlos la próxima vez que los vea después de que me etiqueten en una foto de la renta de un departamento.

Un abrazo,

Palo(oza)

El video de hoy

Hoy los honores van para Trino. Sus caricaturas diarias en el periódico Reforma suelen ser muy malas, pero al momento de hacer algo con un poco más de cabeza, es genial. Yo lo recuerdo en "A Platicar a su Casa" con Andrés Bustamante, en Ponchivisión. Los dejo con un doblaje de Batman y Superman. Ampliamente recomiendo el de Viaje al Fondo del Mar. 



jueves, 13 de enero de 2011

Qué hacer y no hacer en Facebook (parte 1)

Acá estamos de nuevo, ahora con un artículo que espero encuentre más lectores (ni sé cuántos han leído los otros) porque habrá más gente que se pueda identificar: las cosas que gustan y disgustan mientras uno anda perdiendo su tiempo en Facebook.

Recientemente, me reincorporé a la masa de personas que tienen una cuenta en Facebook después de una larga ausencia. No les miento, no habían pasado ni 24 horas y algunas cosas que vi me recordaron las razones por las que lo abandoné la primera vez, así como las razones por las que es bueno tener una cuenta activa y revisarla con una regularidad que claramente varía mucho de persona a persona. La cosa es que esto del Facebook te da una idea de cómo es la gente, no sólo por el contenido de su perfil, sino por su desenvolvimiento al utilizar este sitio.


Les voy avisando desde ahorita que mucha gente se va a identificar con las cosas que me frustran y enojan. ¡Obviamente! Tú....sí, tú....te quiero golpear cuando veo que haces las cosas que no soporto en Facebook.

Así que aquí les va la primera parte (porque son un chingo) de algunas cosas que creo serían como los do's y dont's del Facebook. 

Está bien: Actualizar tu estado.

Es el propio sentido y objetivo del sitio. Ahorita que todos empiezan a separarse por las propias cuestiones de la vida, me agrada saber qué está pasando con la gente que me importa.  Es la manera de permanecer en contacto con gente que conoces y que no tienes una manera más personal de comunicarte con ella con la frecuencia con la que desearas. Además, es lo que le da fluidez a todo el asunto.

Está mal: Hacerlo cada 7 minutos.

Me importa un reverendo rábano saber que estás comprando un regalo para tu hermano, que estás atorado en la carretera México-Cuernavaca, que dormiste 3 horas de ayer a hoy (por imbécil, digo yo) o que hoy se te olvidó llevarte tu comida al trabajo. Es más, déjame corregir el principio de la oración. Nos vale. A todos. Lo único que estás haciendo es gritando que ya no aparezcas jamás en la página de actualizaciones. Gracias, Mark Zuckerberg, por el botón "bloquear usuario", aunque me gustaría la opción de "bloquear usuario y mentarle la madre por su spam de irrelevancia tras irrelevancia."


Está bien: Colocar cosas que te gustan.

Vuelvo a lo mismo, pero ahora con un poco más de amplitud. Colocar las cosas que te gustan, ya sea mediante cambio de estado, videos, links a artículos, fotografías o lo que se te ocurra, es una buena idea. Yo he descubierto grupos musicales, conciertos a realizarse, páginas con información sumamente interesante, páginas con información sumamente idiota pero entretenida y una larga lista de etcéteras de la información que publica la gente con la que mantengo contacto. Bienvenido sea eso.

Está mal: Ponerle "like" a tus propias publicaciones.

Al momento de publicar algo, siempre y cuando no sea claramente negativo, la gente con  tres neuronas funcionales y un grado etilico no letal puede comprender que lo que publicaste te gusta. ¿¡Para qué coño lo confirmas?! Te hace ver como una persona sin amigos que sabe que a nadie le interesa y tienes que echarte porras tu sólo. Es muy triste... Garantizo que la gente, al momento de ver algo así, se lleva la mano a la cara en señal de gran decepción.


Está bien: Colocar tus opiniones o comentarios.

A veces los comentarios son muchísimo más simpáticos y entetenidos que la propia publicación. La gente usualmente incluye algún chiste o ironía en relación con la publicación que comentan, lo cual siempre es bienvenido. Igualmente, le dan fluidez al asunto y se les aplican los mismos criterios de do's y dont's que a las propias publicaciones.

Está mal: Escribirlos con faltas de ortografía.


Sí, nuevamente este tema que a la mayoría nos molesta. La ortografía. Créanme que es importantísima. Simplemente háganse esta pregunta: ¿Contratarían a alguien para un puesto de cierta importancia cuando entrega su CV con este tipo de errores? No lo creo. Personalmente ya hice paces con cosas como que la gente escribe cosas como "Haber si nos vemos" o "Porque me pasa esto?" (kudos al que encontró los 4 errores en esa última frase). En fin. El caso es que te hace ver mal y más lerdo de lo que probablemente eres. Ya saben, soy pura tolerancia. :D

Está bien: Cambiar tu situación sentimental (¡argh, qué asco de término!) para mal.

Cuando alguien deja de andar con alguien, creo que es bueno que los demás se enteren. Si eres soltero del mismo sexo, ya sabes que nuevamente cuentas con ese ingrato de wingman o que lo tienes que consolar con unos alcoholes, mínimo. Si eres soltero del sexo opuesto, es momento para entrar a escena -wink, wink, nudge, nudge, say no more!-. Si no eres soltero, ya sabes quién no está disponible para que hagan plan de parejas. 

Está mal: Indagar al respecto.

Esto pasa siempre. SIEMPRE. Nada más falta que alguien con el corazón roto, deprimido, desconsolado, y demás adjetivos que quieran, le haga saber al mundo Facebookero que cortó, para que una lluvia de gente inepta y, sinceramente, bastante insensible, haga preguntas como "porque?" (kudos, nuevamente, si lo vieron), "¿qué pasó?", "¿cuándo?" y demás. 

¿Sinceramente creen que el pobre diablo que acaba de tronar quiere compartir con ustedes vía Facebook la historia de su relación y truene con su ex-pareja? Dejaré que Vader les dé la respuesta :

 
No sean insensibles. Si realmente quieren saber, tienen un teléfono, bola de metiches. Aunque, siempre podría ser peor:


Ya está un poco largo, así que aquí lo dejo. Como ven por el título vendrá, mínimo, una segunda parte. Nada más los dejo con una estadística que podría impresionarles, pero es verdad.

Un abrazo,

Palo(oza)

P.D. He decidido incluir en cada entrada que haga un video simpático, para que, si no les gustó o se aburrieron, mínimo se vayan con buen sabor de boca después de lo que escribo. Lo he titulado con el originalísimo nombre de...

El video de hoy

Esta entrada se la dedicamos al origen de la palabra "spam" relacionada con el internet. A que no saben qué fue lo que originó esto. Bueno, pues es un sketch de Monty Python, con el muy acertado nombre de "Spam". Todo Monty Python es sumamente recomendable, del buen humor británico.



martes, 4 de enero de 2011

2011, ¿y qué?

No voy a escribir nada especial con motivo de la llegada del 2011, a pesar de que muchas cosas pasaron tanto en lo personal como en el país y el mundo que valdría la pena recordar. Pero ya muuuuucha gente hizo eso, para todo tipo de tema, así que consulten esas páginas. Yo le voy a dar un toque diferente a las cosas.

Este blog en particular tratará a las personas que, años van y vienen, siguen convirtiendo mis días buenos en malos y de mis días malos en días en donde considero la posibilidad de purgas tipo Stalin o Mao. No son los líderes políticos, los policías, los futbolistas como el Bofo que se cansa de estar echándola o los ridículos seres que nos inundan con infomerciales en la mañana y comerciales en la noche en los que utilizan eufemismos tan brutalmente estúpidos como "intestino perezoso" o "personas con capacidades diferentes".

...ya me enojé sólo escribiendo de eso.

Pero no. Se trata de personas comunes y corrientes, con las que compartimos la calle, el cine, la oficina o incluso nuestros propios hogares (afortunadamente no es mi caso, pero esa gente seguro vive con alguien más, ¿no?). Todos tienen en su mente algún grupo de personas que, por su sola pertenencia a ese grupo, los miramos y juzgamos con prejuicios y tendencias asesinas. 

En fin, aquí les van los míos. No necesariamente van en orden de más a menos odio, sino como me vienen a la cabeza.

1. Los emos



Seres deleznables. Los hombres se pintan los ojos de negro y rosita. Las mujeres usan calcetines por guantes. Se peinan al estilo Justin Beiber pero con la longitud necesaria para que el pelo les tape los ojos y no puedan ver nada y que inevitablemente me recuerda al perro pastor en las caricaturas de Wile E. Coyote. 

Su razón de existir tiene, al menos en la teoría, un origen musical. Sin embargo, se ha desvirtuado en gente sin personalidad que encuentra que vestirse de negro con ropa ajustada y pintarse la cara los hacen especiales. Cuando me encuentro uno o varios en la calle me entra un sentimiento violento que me gustaría vivir en el mundo de Grand Theft Auto sólo para poder pasar por encima de ellos con mi Patriot o Super GT, bajarme para quitarles su dinero que convenientemente está brillando, flotando y en grandes fajos, y largarme del lugar sin la menor preocupación.

2. Los "typers"

¿Typers? ¿Que diantes es eso, Palomar? Cierto, el término no existe...al menos hasta ahora. Tal vez este blog sea el bautizo de este tipo de gente, aunque lo dudo muchísimo. Los typers básicamente son la gente que no sabe escribir frente a una computadora. Me explico. 

Me considero una persona respetuosa de la manera de hablar y, mucho más importante, de escribir. Es por eso que los ubico en esta lista. Los typers son gente que no tiene la menor consideración por la manera en la que se escribe, lo cual creo que tiene mucho que ver con el hecho de que ya todo se lee en una pantalla y se escribe en Word, que suele corregir automáticamente los errores de la gente.


Los typers se dividen en varios grupos. Voy a describir algunos sólo para que se entienda mejor el tema:
  • Los que escriben todas las letras "c" y sobretodo "q", con una k. ¿Qué clase de ridiculez es eso? Mi opinión es que es gente que siente que se manifiesta contra las reglas así. Oh, the stupidity.
  • Los que casi no usan vocales. ¿Cómo se supone que voy a entender algo como "stbo spr bn, no mms" o algo por el estilo pero en cada cosa que escribe esa persona? Alguien présteme un disco de Cri-Cri para pasarles "La Marcha de las Vocales" una y otra vez hasta que el aparato explote.
  • Los que escriben mayúsculas y minúsculas de manera alternada. Los grupos anteriores se pueden justificar diciendo que les da flojera escribir cada palabra completa (es una mamada, pero me lo han puesto como excusa). Pero esto...esto...cuesta tres veces más trabajo escribirlo...Y LEERLO. ¿Ven la diferencia? Usar mayúsculas no está mal cuando se puede entender lo que uno lee al instante.
  • Los que se exceden en las vocales. Esto es el caso opuesto al segundo grupo que describí. Usualmente lo ve uno mucho en Facebook con gente que dice que le gusta una foto o que se la pasó muy bien en la fiesta o que hace tiempo que no sale a comer con tal persona. "Ay, nooooooooooooooooo. Que padreeeee fotooooooo. Me la pasé geniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal". Es como escribir los gritos de algún borracho cuando se le olvidan las llaves de su casa y trata de despertar a su esposa para que baje a abrirle.
¿Qué soy un snob, un pedante, un payaso y/o un tieso? Tal vez. Pero los sentimientos que se dan con estas cosas son irracionales, casi instintivos. Yo no los juzgo por la gente que odian...o tal vez un poco.

3. Los posers

¿Se acuerdan del Amo del Merol? Yo también. Una refrescadita por si no lo recuerdan o no lo vivieron.


Bueno, el caso es que él también odiaba a los posers. Los posers se guían por la moda, los medios, el círculo de amigos o lo que vieron en un comercial cuando estuvieron de viaje por Estados Unidos e ingenuamente creen que va a pegar en México, hasta que se dan cuenta que no y, guíandose por la moda, los medios o el círculo de amigos, hacen de sus vidas una farsa.

Hay varios tipos de posers, obviamente unos me enojan muchísimo, otros francamente ni me vienen ni me van. Pero los más nefastos son los siguientes:
  • Los que se sienten negros, usando cadenotas, gorras al revés, ropa marca FuBu y, en el caso de los que viven en Estados Unidos, se rapan y caminan como negros. Usualmente les gusta el Regaetón. El más claro ejemplo para ilustrarlo es la canción Lean Like a Cholo:
  • Los de la Condechi, que frecuentan los bares de la Condesa o la Roma con un acento argentinoide, se la viven contando de sus viajes de mochilazo por Europa cuando todavía no estaba el Euro y tienen el celular de un güey que no tengo idea quién es, pero le llaman Rodrigo Peñafiel.
  • Los fresoides que les encanta ir al último antro de moda, que es la cuna de los posers con dinero, sentirse de lo más chingón porque un cuate con un CI más bajo que la temperatura ambiente, usualmente llamado Chepe, Casca o Canelo los deja pasar en menos de media hora y se gastan mil quinientos pesos en una botella de Bacardí blanco. Todas. Las. Semanas. ¡Ah! Se me olvidaba que buscan desesperadamente entre las 1800 páginas del Club Social del Reforma una foto en la que pusieron cara de tipos malos para presumirla con quién sabe quién. Es particularmente nefasto cuando usan lentes de sol o bufanda dentro del antro.

 4. Los malos conductores

Los conductores se dividen en ofensivos y defensivos, que son los aventados y los preventivos, en otras palabras. Yo soy definitivamente ofensivo. Manejo rápido, cambio de carril con frecuencia, suelo manejar con una mano y cambio las canciones en mi Ipod en el Periférico. No soy el mejor conductor, pero, como el 90% de la gente, creo que manejo mejor que los demás.

Los malos conductores son otra categoría que tiene muchísimos grupos no necesariamente excluyentes uno del otro y del que seguramente me van a reclamar menos que los demás por, como me dijo mi hermana cuando le dije lo que estaba escribiendo, grosero. Aquí algunas de ellas:
  • Los de las luces intermitentes permanentes. Su propósito es hacerte saber que van a dar la vuelta a la izquierda....eventualmente.
  • Los que viven colgados del claxon y lo tocan para todo: para avisarte que el siga se puso hace 2 milisegundos, que va a pasar, que va a entrar a una avenida, que va a salir de una avenida, que su velocidad ya rebasó los 40 kmts por hora y una larga lista de etcéteras.
  • Los avientacoches que no respetan la regla más básica del "1 y 1" o que creen que van a llegar 25 minutos tarde al bar con sus amigos en un miércoles a las 11am porque te dejaron pasar.
  • Los que manejan lento en carriles contiguos, causando una larga línea de gente que realmente tiene que llegar a algún lugar pero no puede porque parece que están platicando ventana con ventana (a veces eso es exactamente lo que está pasando).
  • Los que manejan lo suficientemente lento para desesperar pero lo suficientemente rápido para que no puedas rebasarlos. Esto ocurre con muchísima frecuencia en calles de doble sentido o con muchos topes, por lo que pasarlos implica un poco de Sisu, en palabras de los finlandeses. El siguiente video de Top Gear con Mika Hakkinen nos lo explica claramente (no les voy a decir en qué parte del video está, para que lo vean todo. Es muy bueno.):

En fin, estos son algunos ejemplos de la gente que tenemos que aguantar día a día y que pueden destruirnos el día...al menos el mío. No sé si los compartan, pero escribir esto me tranquilizó y me enojó al mismo tiempo. A ver qué opinan.

Un abrazo,

Palo(oza)

Fé de erratas: Mi primo José Antonio me hizo saber que, en mi última entrada, dije que Sergio Bernal le atajó dos penales a Figo en un partido. La verdad es que fue Óscar "el Conejo" Pérez cuando Cruz Azul perdió el Torneo Teresa Herrera. Gracias por la aclaración.