Gran ausencia. Lo sé. Ya no me voy a disculpar. Tengo cosas que hacer y esto es un hobbie. A pesar de que no me gusta ausentarme de escribir cosas que quiero escribir y no que debo escribir, no siempre tengo el tiempo o la inspiración de escribir algo con la calidad que yo considero suficiente. En fin.
La Ciudad de México recientemente ha sido catalogada como la ciudad más nefasta, terrible, estresante, frustrante, desesperante y maldita para manejar (el link aquí). Está llena de gente sin el más mínimo sentido de la cortesía y civilidad necesario para que le den el derecho de poder lidiar con dos pedales y un volante en un lugar que no sean las maquinitas. Eso sin mencionar a la gente que simplemente no sabe manejar.
Así que busquemos otras opciones:
- Caminar, muy buena idea, pero imposible para el 99% de la gente que, por diversión del ser supremo, vive y trabaja a más de 15 kilómetros de distancia.
- Bicicleta, otra gran idea, pero esto no es Amsterdam y yo vivo hasta arriba de un cerro y trabajo hasta arriba de otro, y no me voy a chutar eso vestido de traje, para llegar todo sudado y maloliente, y no soy el viejito ese que veo todos los días en Las Águilas subiendo recargado en su bici, no importa la hora.
- Motocicleta, claaaro, si deseas que los ya mencionados conductores te destruyan al primer intento o que el impredecible estado del tiempo decida fregarte namás porque puede.
Esto pasó en...le atinaron. México
Transporte público: ¡BINGO! La solución al fin. Más rápido y barato que andar en el coche. Y puedes jugar Angry Birds en el teléfono, hacer tarea, leer, hablar por teléfono o ver las estadísitcas de tu Fantasy Football. Ya estuvo. Pero como el destino no te ofrece una mano sin darte un fregadazo con la otra, el transporte público es eso. Público. Así que hay que lidiar con todo tipo de actitudes. Aquí algunos ejemplos:
Ceder/No Ceder el Lugar
No importa lo que me digan, hay ciertas reglas que la gente debe seguir. Lo políticamente correcto se ha apoderado de nuestras vidas y hay algunos temas que pueden ser confusos, como es el ceder o no cederle tu lugar a una persona. Saquemos lo obvio del camino. Si sube una mujer embarazada o con hijos cargando o una persona con algún tipo de discapacidad física, levántate. Siempre. El hacerte el que estás jetón, leyendo el periódico o metido en tu celular es una mala excusa.
¿Qué hacer con gente mayor? ¿Qué tan mayor es mayor? Una vez le cedí mi lugar a una señora de 55-60 años y, para mi suerte, era la Simone de Beavouir mexicana, por lo que mi cortesía le pareció un insulto y no necesitaba de mi caridad muchas gracias. Así que es un tema escabroso. De todos modos, la mayoría de las personas mayores (mujeres sobretodo) te aceptarán el lugar y la caballerosidad.
¿No sabes si cederle el lugar? Yo tampoco.
¿Qué clase de confianzas eres? No me interesa tu excusa "No era mi intención". Duerme en tu cama, en tu oficina, en el parque, en la calle, pero no en mi hombro. Tu desesperada búsqueda por contacto humano no vendrá de un pobre pasajero que tiene que sufrir tu garnachero aliento en lo que decides echarte un coyotito. Yo me levanto y los veo caer. Si de plano no pueden aguantarse el sueño, los recursivos chinos inventaron un par de cosas que les pueden interesar:
Ahora hay que cuidarse de la baba.
Interesarse Demasiado en lo que Hacen los Demás
Ya de por sí es incómodo y descortés estar escuchando las conversaciones ajenas. Pero si me traje el periódico es para leerlo yo. Si estoy jugando viborita en el celular, no necesito tu coacheo para decirme que me vaya hasta la pared para tener más espacio después. No es lo peor del mundo y de vez en cuando dale un vistazo para ver cómo le fue al América (perdió, seguro). Pero no quiero tener que soportar tu mirada en mis asuntos. Lo único que quiero que sepas es que ya dejaste de cuidar a tu hija y se fue con "el señor de los dulces". Inepto.
Entrar antes de Dejar Salir
Rifado, Sr. Palomar, pero con la observación que el metro anda en 3 del águila: una actualizadita a tu investigación de campo no estaría de más! jeje saludos, mano.
ResponderEliminarEstan increibles los inventos para detener la cabeza, jeje
ResponderEliminarTambién el otro día me pasó que yo dejé a una señora sentarse y me dijo que "no, gracias" que mejor "el joven" que estaba sentado junto a mí. Así que lo hizo pararse y yo me quedé sentadita... Seguro me odió jeje
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